La celebración del Día de Corpus Christi se remonta a los años
1192-1258 y hasta la fecha estas festividades de la Iglesia Católica se
realizan en muchos países del mundo.

La conmemoración se lleva a cabo el
siguiente jueves al octavo domingo después del Domingo de Resurrección es decir, 60 días después del Domingo de Resurrección, y en nuestra República Dominicana la festejamos al igual que en otros paises del mundo.
En Panamá, se celebra el Corpus
Christi los Jueves religiosamente en un pueblo llamado La Villa de Los
Santos en el interior del país y esta fiesta mantiene gran significación
para sus pobladores. España dejó de ser un día
festivo hace algunos años, excepto en los municipios donde es fiesta
local, y desde entonces la Iglesia lo celebra el domingo siguiente. En Chile fue feriado legal entre
1987 y 2007, siendo reemplazado por el 16 de julio, día de la Virgen del
Carmen. Desde 1968 se celebra en ese país el día domingo.
Las celebraciones del Corpus suelen
incluir una procesión en la que la hostia, el mismo Cuerpo de Cristo,
se exhibe en una custodia.
Origen de la festividad
Por un lado, se cuenta que en
Lieja, Bélgica, una religiosa cisterciense llamada Juliana de Cornillón
(1192-1258) tuvo una visión que interpretó como la necesidad de
instituir una celebración a la presencia de Jesús en la Eucaristía.
Una noche, la luna llena brillaba
como plata, pero con una mancha negra; interpretó que la luna
representaba a la Iglesia militante en la tierra, que recibe la luz del
Sol: Cristo Jesús; la mancha significó para ella la carencia de una
celebración litúrgica para la Eucaristía.
Juliana de Cornillón o Juliana de
Lieja, como también se le reconoce, presentó petición a las autoridades
eclesiásticas, hasta que el Obispo de Lieja Roberto de Theorette en el
año de 1246, celebró el primer Corpus.
Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el asunto de Sor Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el Jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.
Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el asunto de Sor Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el Jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.
Por otro lado, se cuenta que en el
año 1264 el Padre Pedro de Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de
la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la
Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba
de San Pedro la gracia de una fe fuerte.
De regreso de Roma, Dios se le
manifestó de manera milagrosa ya que cuando celebraba la Santa Misa en
Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró
llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.
La noticia del prodigio llegó
pronto al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a
Bolsena. Hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó
la Solemnidad de Corpus Christi.
El mismo Papa Urbano IV encargó a
Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico propio para
esta fiesta y la creación de cantos para celebrar a Cristo Eucaristía.
Entre los que compuso está la sublime secuencia “Lauda Sion” que se
canta en la Misa de Corpus Christi. El año 1290 el Papa Nicolás IV, a
petición del clero y del pueblo, colocó la primera piedra de la nueva
catedral de Orvieto donde aun se encuentra la sagrada reliquia.
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